Houve uma época em que só se falava em reengenharia.
Muitas empresas pagaram uma nota para implantar a novidade e alguns livros chegaram a se tornar bestsellers, o que comprova a falta de espírito crítico de um montão de executivos e empresários.
O conceito passou a ser aplicado extensivamente no mercado.
Algumas conseqüências dessa nova postura podem ser sentidas no exemplo a seguir:
Uma empresa resolveu patrocinar a apresentação de uma famosa orquestra sinfônica. Do programa, constava a Sinfonia Número 8 em si menor de Schubert, a famosa Sinfonia Inacabada. Ingressos foram distribuídos entre as diretorias da empresa.
No dia do concerto, um dos diretores não pôde ir ao teatro e repassou ao reengenheirador-chefe o ingresso que havia recebido.
Na manhã seguinte ao concerto, o diretor, que havia faltado à apresentação, e o re-engenheirador-chefe se encontraram e o diretor fez a clássica pergunta "Então, como foi?".
Em vez de responder, como faria qualquer pessoa normal, o reengenheirador-chefe entregou o seguinte relatório , dedicando-se sobretudo à análise da Sinfonia Inacabada.
“Por um considerável tempo, os trombonistas nada tinham o que fazer e ficavam só olhando os outros músicos tocarem. O número deles precisa ser reduzido e o pouco que lhes compete deve ser redistribuído entre os demais integrantes da orquestra.
Todos os doze violinos faziam os mesmos gestos e tocavam as mesmas notas. É uma duplicação totalmente desnecessária e o responsável por esse setor deve ser sumariamente demitido. Que se mantenha apenas um dos violinistas. Se for necessário um maior volume de som, que se usem amplificadores. Sai mais barato.
Essa Sinfonia - a número 8 - tem dois movimentos. Se o Sr. Schubert tivesse se dedicado mais e concentrado todo seu esforço no primeiro movimento, certamente o segundo movimento seria totalmente desnecessário. Isso traria consideráveis ganhos.
Seja como for, a falta de responsabilidade desse senhor fez com que a obra ficasse, até hoje, por concluir. Se tivesse seguido os nossos princípios e as nossas orientações, certamente teria conseguido terminar o trabalho no tempo que lhe foi destinado ao invés de deixá-lo inacabado.” | Hubo una época en la que sólo se hablaba de "reingeniería". Muchas empresas pagaron una fortuna para implementar esa novedad y algunos libros llegaron a convertirse en bestsellers, lo que demuestra la falta de espíritu crítico de un montón de ejecutivos y empresarios. El concepto comenzó a ser usado ampliamente en el mercado. Algunas consecuencias de esa nueva postura pueden percibirse en el siguiente ejemplo: Una empresa decidió patrocinar la presentación de una famosa orquesta sinfónica. En el programa, aparecía la Sinfonía número 8 en si menor de Schubert, la famosa Sinfonía Inacabada. Se distribuyeron entradas entre los directores de la empresa. El día del concierto, uno de los directores no pudo ir al teatro y cedió su boleto al jefe de reingeniería. La mañana siguiente al concierto, el director, que había faltado a la presentación, y el jefe de reingeniería se encontraron y el director hizo la clásica pregunta: "¿Cómo estuvo?". En vez de responder, como haría cualquier persona normal, el jefe de reingeniería entregó el siguiente informe, centrándose en el análisis de la Sinfonía Inacabada. "Durante un tiempo considerable, los trombonistas no tenían nada que hacer y se la pasaban viendo tocar a los otros músicos. Debe reducirse su número y lo poco que les compete debe ser redistribuido entre el resto de los integrantes de la orquesta. Todos los doce violines hacían los mismos gestos y tocaban las mismas notas. Es una repetición totalmente innecesaria y el responsable de ese sector debe ser despedido inmediatamente. Que se conserven sólo dos violonistas. Si fuera necesario mayor volumen de sonido, que se usen amplificadores. Es más barato. Esta Sinfonía (la número 8) tiene dos movimientos. Si el señor Schubert se hubiera dedicado más y concentrado todo su esfuerzo en el primer movimiento, ciertamente el segundo sería totalmente innecesario. Eso traería considerables ganancias. Sea como fuere, la falta de responsabilidad de dicho señor hizo que toda la obra quedara, hasta hoy, inconclusa. Si hubiera seguido nuestros principios y nuestras orientaciones, sin duda habría conseguido terminar el trabajo en el tiempo que le fue designado en vez de dejarlo incompleto." |